jueves, 10 de julio de 2014

Que no te engañen, tú también lo mereces. Está bien que te quieran, que te besen... pero eso no lo es todo, ni siquiera es suficiente. Si tú lo das todo, ¿por qué no iban a darlo todo por ti?. Es tan sencillo como que hay una persona, una única persona, que tiene todo el poder sobre tí y tu felicidad en sus manos, y las dos os movereis dependiendo de los movimientos que entre esos dedos se vayan organizando. Tal vez es muy exigente, tal vez somos soñadores, tal vez pedimos algo que no existe... pero el caso es que sabemos que sí que existe , y es exactamente lo que queremos, queremos a esa persona hecha para facilitarnos los días, para alegrarnos los momentos, para levantarnos los pies del suelo. La realidad es la que es, la conocemos y la vamos a seguir conociendo, no necesitamos alguien que nos mantenga en ella y nos acompañe en el camino, necesitamos alguien que nos haga soñar.