jueves, 31 de diciembre de 2015

¿Y si hacemos un pacto? ¿y si,aunque sea sólo en navidad, nos dejen abrazar a aquellos que no están y tanto pesan en estas fechas?. Solo un día, solo un abrazo, ¿sería posible?.
¿Navidad no es la época de estar con la familia y en casa? pues eso queremos...

miércoles, 11 de noviembre de 2015

sólo los ignorantes dicen "magisterio es para tontos"

Para todos aquellos que menospreciáis, criticáis y ridiculizáis magisterio y el trabajo de maestro:
Me encantaría haceros entender que un maestro tiene que saber DE TODO: nutrición (con todo lo que ello conlleva), historia, idiomas, psicología, sociología, legislación… Me encantaría deciros las horas y horas que debe invertir un maestro en preparar las clases, evaluaciones, reuniones con padres… El empeño que tiene que poner en sacar 140 niños adelante ( 140 niños que solo quieren jugar y divertirse), y ya no sólo motivarlos a aprender y alcanzar unos contenidos, sino hacerlo respetando su infancia y su necesidad de ser niños, hacerlo con una sonrisa, y hacerlo manteniendo su sonrisa también. Eso sin contar con las clases en las que hay niños con necesidades especiales. Me encantaría…. Pero eso sólo es la punta del iceberg y sé que muchos de vosotros ya estáis aburridos. Así que me limitaré a decir que con estas críticas absurdas (y totalmente IGNORANTES) solo se está consiguiendo que haya gente que no haga magisterio por el “mal prestigio” que pueda tener, y que gente que no sabe qué hacer con su vida, se meta “por hacer algo”. ESE ES PARTE DEL FUTURO DOCENTE QUE SE ESTÁ CREANDO.
Y cuando tengáis vuestros hijos, si uno o todos ellos tienen un profesor o profesora incompetente, o falto totalmente de vocación, os quejaréis. Y lo irónico será que entonces os daréis cuenta de lo IMPORTANTE QUE ES UNA BUENA FORMACIÓN COMO DOCENTE, Y LO IMPRESCINDIBLE QUE ES QUE SÓLO EJERZAN ESTA CARRERA PERSONAS MOTIVADAS, CON GANAS, SEGURAS Y TOTALMENTE ENAMORADAS DE SU TRABAJO.
Por último señalaré que no…no es la carrera más difícil del mundo, pero eso no significa que no sea DE LAS MÁS IMPORTANTES y de las más respetables. Y para todos aquellos de los “magisterio es una carrera de tontos”; me encantaría presentaros la cantidad de gente BRILLANTE que hay en esta carrera, a la que le habría encantado hacer física, informática, aeronáutica, medicina…. pero que, aun teniendo nota DE SOBRA para entrar, están en magisterio PORQUE QUIEREN, porque la prefieren (a pesar de tener también otros intereses), porque es lo que les gusta y  porque saben la responsabilidad e importancia social que este trabajo carga sobre sí.
Las bromas son inevitables y, por supuesto, totalmente sanas, siempre y cuando no se lleven hasta el extremo… entonces ya se convierten en una falta de respeto. Por favor, ya vale…

Si alguien se ofende, lo siento. Pero hay veces que dices “hasta aquí”.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Hay tres cosas en esta vida que no se pueden hacer con miedo: soñar, querer y ser...


domingo, 31 de mayo de 2015

Vamos a por todos los días

¿Que qué tengo que decir al respecto? Mucho… pero lo único útil de toda esta experiencia es haber aprendido que realmente cada segundo cuenta, que no es un timo, ni palabrería sensiblera. Es un hecho. Así que, si he de hablar de algo, que sea de eso, y, de verdad, espero que me escuches.
No hay nada en esta vida de lo que me arrepienta más que de las palabras que faltaron, y de las que sobraron también, hacia él. Ojalá alguien me hubiera hecho ver a mí por entonces que( aunque la juventud suele convertirse en nuestro más fiel escudero a la hora de culpar a alguien de nuestros errores) lo hecho, hecho está. Y aunque nosotros podemos tener toda la vida por delante, no siempre tenemos toda la vida para arreglarlo. Nuestros seres queridos no son eternos, y todos vivimos expuestos a cualquier capricho del destino(o de lo que sea, llámalo “x”), así que es una temeridad “dejarlo” para mañana… ¿y si “mañana” no se presenta?. Sé que puede resultar difícil o incómodo, pero es más fácil echarle un par de huevos ahora y hacer lo que debes hacer, que intentar quitarte el pellizco del pecho luego, cuando ya no puedas hacer nada al respecto. Y, por favor, créeme en esto.

Uno de los mayores errores de las personas es vivir como si tuvieran toda una vida para hacerlo… por lo que se dedican a preparar el terreno para el futuro. Respecto a esto debo decir que es una soberana estupidez. Está estupendo querer tener un buen futuro, pero que este no sea a costa del presente… porque lo que empezó siendo un buen propósito acaba por convertirse en un hábito, y nos olvidamos de vivir. Y al final, ¿qué tenemos?... un montón de años a cuestas. Exacto, “a cuestas”, es la clave… que no “vividos”. Yo no quiero que llegue el día en que a la vida le de por dar uno de esos giros que tanto le gustan y encontrarme llorando por todo lo que no he hecho y ya no me va a dar tiempo. Por eso yo vivo el día a día. No descuido mi futuro, en absoluto, me lo preparo y lo trabajo igual que tú, pero no hago de él el eje de mi vida. El eje de mi vida somos mi felicidad y yo, y hago lo que sea por ambas.Y no es egocentrismo, ni narcisismo, ni nada que se le parezca, en absoluto. Mi felicidad también incluye la felicidad de mis seres queridos, y aquello por lo que creo que merece la pena luchar. Y si me apetece irme a la playa a las 7 de la tarde, voy, aunque tarde 45 minutos en llegar y vaya a estar 5. Y si me apetece llamarle, le llamo, y no me arrepiento después porque sé que es lo que debía hacer. Y si tengo que pedir perdón, pido perdón con el corazón en la mano y todos los anillos puestos, porque no es doloroso reconocer el error, lo doloroso es querer hacerlo cuando ya no se puede. Y, sobre todo y ante todo, si quiero ver mi madre, cojo el coche y voy a darle el abrazo más fuerte que me permita el cuerpo. Y si me apetece decirle que la quiero, se lo digo EN MAYÚSCULAS. Y, sobre todo, si el carácter me nubla la vista y me calienta las palabras, respiro dos veces antes de hacer nada, porque no quiero pensar que hice daño a alguien a quien quería por una estupidez que tampoco tenía tanta importancia.
Así que camina TRANQUILO fijándote en el camino. Ponte en el lugar de los demás, no eres el único con vida e historia. Relativiza las cosas, ¡que tampoco es para tanto!. Da lo mejor de ti, sin esperar una recompensa por ello, hazlo por ti. DISFRUTA. Y no esperes tanto… coge cada momento que te regale cada persona y disfrútalo… merece la pena. 

lunes, 25 de mayo de 2015

"cero" nunca ha significado nada bueno

Vivimos en una nueva sociedad guiada por la corriente del "minuto cero". Es decir, observamos y juzgamos a primera vista, porque hemos alcanzado un nivel de inteligencia y conocimiento tal que poseemos la capacidad de conocer todo cuanto necesitamos a cerca de alguien con tan solo un vistazo y dos palabras. Una sociedad "a la mínima"; una sociedad que analiza al detalle y no deja pasar el más mínimo fallo, y si lo deja pasar, como poco lo tiene presente. Una sociedad que juzga los clasicismos, pero que sin embargo vive inmersa en ellos, ya que quien mejor vista, quien tenga el pelo más cuidado y bonito, quien tenga más que ofrecer... casualmente suelen ser quien más papeletas de éxito social tienen. 
Prima el "estando bien mi ombligo, está bien todo el mundo" y el "sálvese quien pueda".Y ¿por qué no? tenemos derechos, ¡señores!, y estos abarcan también nuestro derecho a opinar y actuar sobre los demás, ¿cierto?. Podemos hacer y deshacer a nuestro antojo, porque no importa qué o quién haya en el camino, caminamos con paso firme hacia adelante, y arrasamos con cuanto queramos...
Bien, pues aclarado esto solo me queda decir que a mi me encanta esa chica que habla más de la cuenta, y me hace gracia cuando se ríe sin control porque se pone nerviosa. Me parece encantador que no sea capaz de hablar sin la mano delante de la boca y los hombros encogidos, y adoro a esa que se queja en lugar de callar. Soy de los que piensan que estás mucho más guapo despeinado y en pijama, y de los que saben que no hay nada más humano que trabarse la lengua de vez en cuando. Adoro los tropiezos, los errores lingüísticos, los pequeños defectos y los, más que frecuentes, fallos de torpeza. Vale que estés guapa con esa blusa nueva, pero jamás estás tan preciosa como cuando sonríes con esa cara de "ui... qué fallo". Además, si descubro cosas sobre mi misma día a día, ¿qué cojones voy a saber sobre ti?. ¿Qué voy a juzgar?¿quién soy para juzgar? ¿cómo lo juzgo?. Si yo también he llorado cantando en el coche, he hundido la cabeza en la almohada más veces de las que quisiera, me he ido a dormir sin quitarme el maquillaje por pura PEREZA, y he tenido la cama sin hacer todo el día. Yo también he querido que me conozcan pero me han juzgado antes de intentarlo, y me he sentido la persona más sola y perdida del planeta. 
El caso es que te queda genial la pose de "me da igual, estoy cómoda", las pantuflas y el moño... me haces sentir cómoda también. Y te pones encantador/a cuando te emocionas contando esa anécdota que sólo te hace gracia a ti.
¿Y qué si no eres de campo? ¡estupendo!, porque a mi también me repugnan las cucarachas, y salto... salto y corro tanto como me permitan mis piernas, o más... 
En resumen, me gusta que seas human@, que tengas tu propia personalidad y que no seas perfect@, porque yo tampoco lo soy, y odio tener que intentar estar a la altura... porque nunca lo estaré, porque yo también soy humana, y por mucho que disimulen, ellos también lo son.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Y que algún día me creas

Tú...
Me acusas de distante,
de lejana...
y ¿como no serlo?
si las mil veces que grité tu nombre,
con todo lo que tu nombre implica para mi,
no me quisiste creer.
Y aunque mi voz debería callar
y no repetir más veces
palabras destinadas al olvido,
y aunque no me vayas a escuchar
ni esta vez, ni las siguientes...
te lo diré una vez más,
otra vez más,
y así queda escrito:

Te quiero. 
Te quiero como se quiere
el fino hilo bajo los pies,
que nos mantiene aun a salvo
del vacío.

Te quiero como se quiere
la felicidad que aporta
el momento más bonito.

Te quiero como se quiere
cada nuevo día.

Te quiero como se quiere a la vida,
al abrazo más intenso.

Te quiero
como a tu recuerdo meciéndome,
como a tu olor...solo tuyo,
como al sonido de tu risa,
como a tus cientos y cientos de besos,
como a nuestras canciones.

Te quiero como al latir de tu corazón,
también mío.

Te quiero por cada momento,
por cada mirada,
por cada noche acurrucada
en tus brazos.

Te quiero por ser todopoderosa
y acobardar a los monstruos de mi cama,
a los fantasmas y a los ruidos.

Te quiero
por ser la enfermera más entregada
que una fiebre,
 un resfriado,
una herida o
un dolor de barriga
han podido conocer.

Te quiero por llorarme
y por reirme.

Te quiero porque
crear una vida es muy fácil,
pero darla, ser madre...
eso solo lo hacen los mejores.

Y aunque no siempre me entiendes,
y aunque no siempre te entiendo,
y aunque somos en ocasiones tan opuestas...
Yo igual te quiero.

Y aunque no lo sepas,
y aunque no me creas,
y aunque no me escuches,
y aunque no lo veas...
te quiero.

Y aunque grites,
y aunque grite,
y aunque lloremos,
y aunque colguemos...
Te quiero.

Porque eres imprescindible.
Porque eres mi voz favorita.
Porque eres la calma de mis temores.
Porque eres el amor más grande.
Porque eres mi talón de Aquiles.
Porque eres tú...
Porque eres mi madre.
Y porque, cuánta razón...
"madre solo hay una".

Y por todo eso, solo para empezar,
yo te quiero,
y te querré tanto como dure mi vida.

miércoles, 18 de febrero de 2015

el tesoro de mañana

Mañana... Que siempre haya un mañana.
"Mañana" es un mundo nuevo que aguarda todo aun sin saber nada.


Mañana pintaremos el cielo color esmeralda, cantaremos a viva voz, hasta dejarnos la garganta, inventaremos algo increible que cambiará la humanidad y abrazaremos a esa persona a quien nos morimos por abrazar. Haremos cualquier cosa por la que nos atrevamos a soñar.


Si siempre hay mañana, "hoy" es eterno, y eso quiero yo. Una eternidad para aprender a querer, a quererme y a ser mejor, una eternidad para hacer lo aprendido y una eternidad para disfrutar que funcionó. Una eternidad para leer mil libros, soñar mil historias, reir mil veces y llorar mil más, que así también se aprende. Una eternidad para que mi madre entienda cuanto la quiero, una eternidad para buscar la solución (a todo), una eternidad para entender la amistad, al mundo y el miedo. Quiero tantos días como me regale el tiempo para intentar demostrar que soy grande, y no pequeña... tan grande como yo quiero.


Y que venga a buscarme mañana, o pasado, ¡¡o al otro!! ¡¡y que siempre lo haya!! Y que me canse de esperar, y que empiece una nueva vida, ¡¡y que ya mañana ni recuerde que le quise amar!! Pero siempre mañana... y por mañana no darme por vencida.


Digan lo que digan, "mañana" no es de cobardes, porque, al final, todos los días lo son. Es un reclamo de vida,  un grito de amor a este mundo, que es tan precioso y tan nuestro... de todos, todos juntos.. mares, tierras, animales, plantas y personas, sentimientos, necesidades y momentos, de todos al mismo tiempo.


Yo imploro que haya mañana para esta vida mía, que se muere por conocer más de todo, y es que hay tanto por saber...


Tal vez hoy la cosa esté torcida, pero mañana seguro que se equilibra la balanza... y es que no hay palabra más grande, bonita y prometedora que "mañana", porque mientras haya un mañana, habrá esperanza.

domingo, 8 de febrero de 2015

Si tu supieras... pero es que hay mucho que saber.

Sé lo que dices... y entiendo que te moleste que no haga caso de tus palabras... pero si supieras lo que yo sé, no te enfadarías conmigo por andar perdidamente enamorada de su persona. Y es que resulta que yo le he visto ser mucho más allá de lo que suele por miedo a lo que podría sentir si lo fuera. También le he visto querer como nadie se imagina que sabe. Y, no contento con mostrarme tanto de él, hasta me ha descubierto una parte de mi que yo no lograba reconocer. Y eso que no sabes hasta qué punto llega a sacarme de mis casillas!! Curiosamente, eso es lo mejor de todo, porque después del huracán, llego y ahí está… me dispongo a decírselo. ¡Ya está bien!. Y entonces me sorprendo aguantando la sonrisa… y entonces le sorprendo aguantando la suya también.  Así que, de nuevo, no consigo arrancarle la piel. Me mira con esa cara de "sé que ahora mismo debía odiarte, pero no sé por qué, no recuerdo cómo se hace", y yo... claro, sonrío como una boba. Pero no se acaba ahí la historia, porque entonces es cuando empieza a hablar... "lo siento. Luego lo pensé y me dije: si es que eres tonto! pero ¿y qué vas a hacer tú sin ella?", y ya está... todo dicho. Puede parecer absurdo... pero es que no sabes cómo suenan sus "te quiero". Tampoco sabes lo bien que sientan sus abrazos, ni el don que tiene para la risa... Sólo una discusión con él empieza con gritos hasta quedarte afónica, y sin darte cuenta, te estás riendo a carcajadas. -Madre mía, jamás he gritado de esta manera, mas que con él... ¡qué cruz la mía! aunque tampoco reir me ha sabido nunca antes tan bien-
En resumen, que ai si tú supieras... y eso que sé que tienes razón. Pero, como te he dicho, si tu supieras... hasta tú le darías tu corazón, aunque no lo quisiera. 
Así que nada, la historia es que un día simplemente me enamoré... y desde entonces... aqui estoy, irremediablemente enamorada.


miércoles, 4 de febrero de 2015

Si dejas que te giren, al final te mareas.

A veces -muchas veces- caemos en el error de hablar, escribir, actuar... pensando en los demás, para los demás. ¿Por qué?. ¿Por qué tanto empeño por gustar?, ¿por qué tanto afán por que nos acepten?, ¿ por qué recurrimos tanto al "qué haría..."? NO. Tu vida es tuya, ni mía ni suya, TUYA. Tú eres quien se mira en el espejo, así que tú eres a quien le tiene que gustar lo que ahí aparezca. Tú eres quien convivirá contigo el resto de tu vida, antes de caerle bien a los demás, preocúpate de caerte bien tú primero. Muchas veces caemos en la cuenta de que no somos lo que soñábamos ser, no actuamos como pensamos que deberíamos. Nos reprochamos que hemos cambiado, que no somos esa persona encantadora que solíamos ser. Y todo porque decidimos esforzarnos en hacernos un lugar en el mundo, cuando es tan fácil como entender que cuando no nos esforzamos, cuando somos naturales, cuando metemos la pata porque así nos ha salido del corazón, cuando llevamos puesto ese "modelito" que tanto nos gusta, aunque a los demás no.. cuando somos quien somos, es cuando el mundo realmente se hace el hueco a nuestro lado. Puede parecer una locura, pero es que es así. La gente no busca una réplica más de todo lo que ve, no se siente atraída por alguien que no transmite comodidad... El mundo se para a contemplarnos cuando brillamos, y solo brillamos cuando somos nosotros mismos, porque solo en eso somos realmente los mejores.
No es fácil llevarlo a la práctica, ya no. ¿Qué tal si empezamos por lo que realmente importa? nosotros mismos. Empecemos por darnos buenos consejos. Por no hacer "lo correcto", sino lo que realmente creamos lo correcto. Por buscar nuestra felicidad. Por protegernos y cuidarnos. Por no aguantar nada que no queramos aguantar por los demás, por el qué dirán, por miedo a lo desconocido... no. Es nuestra vida, y parecemos no entender lo que esto significa:
Significa que a nadie le importa tanto como a nosotros, por lo que si ni nosotros la valoramos, ¿quién lo hará?
Significa que todo lo que hagamos lo cargaremos única y exclusivamente nosotros.
Significa que tenemos que entender que solo tenemos esta, no hay otra. Cuando se acabe, se habrá acabado, así que debemos hacer de ella lo mejor posible.
Significa que nosotros decidimos sobre ella. NOSOTROS. Esto implica todo lo anterior.
Significa que es nuestro bien más preciado, hay que protegerla y darle lo mejor.
Significa que si no nos gusta, si no nos sentimos vivos dentro de ella, tenemos que dar media vuelta y seguir buscando, porque lo que estamos viviendo es de otro, no nuestro.
Significa aceptar que tenemos nuestro lugar, existe, así que no debemos quedarnos en el primero que nos aporte.. algo.

Significa muchas cosas, pero ante todo, significa que no pertenece a nadie más que a nosotros, por lo que guiarla en función de otra persona es la decisión más pésima que podíamos tomar. OJO! Con esto no digo que no aprendamos de otras personas, que no aspiremos a "más", o que vayamos por el mundo haciendo y deshaciendo a nuestro antojo, sin pensar en nadie más y arrasando por donde pasemos porque "así soy yo", ¡no!. Con esto digo que VIVAMOS. Que aprendamos a sentir, a dejarnos llevar. Que no vivamos tan preocupados por el resto del mundo cuando él a veces ni se ha enterado de que estamos ahí, y nosotros preocupados por nada... Lo que intento transmitir es la importancia de la naturalidad, de vivir en paz, de buscar de verdadera la felicidad, de aceptarnos y aceptar al resto, de no rechazar lo diferente, porque a veces lo diferente tiene mucho bueno que enseñar y dar.
El tiempo es oro, y nunca sabremos cuando acabará hasta que ya sea tarde. Así que, ¿por qué no usarlo ahora que lo tenemos? ¿por qué no hacemos algo bueno con él?.
Yo voy a intentarlo, espero que vosotros también.



domingo, 4 de enero de 2015

si se mata, nunca muere.

-¿Sabes qué pasa cuando el amor muere?

-¿Se entierra?

- No. Nada.

-¿Cómo que nada?

- Nada, no pasa nada… cuando el amor muere es que ya no existe, se evapora. No duele, no habla, no siente… no está, simplemente no está, y no pasa nada.

- A mí si me duele.

-El tuyo no ha muerto, al tuyo lo han matado.

-Si lo han matado, está muerto, y a mí me duele.

-Pero ¿sabes qué pasa cuando se mata el amor?

-¿Nada?

-No, que se entierra.

-¿Dónde?

-Cuanto más profundo, mejor.

Verás, cuando se mata el amor no muere. Sí existe, lo tienes ahí, justo ahí delante, inmóvil, frío, rígido… pero está. No duele, pero ahoga. No habla, chilla. Porque quiere sentir pero no puede, no le dejan. Entonces se enfada, es autodestructivo y te arrastra a ti con él. Así que lo tienes que enterrar tan profundo como puedas, e incluso un poco más, para no oir sus gritos, para que no pueda hacerte más daño… Pero hasta que no muera ahí está, luchando por salir.

Por eso te duele.

-Y ¿qué hago?


-Esperar, cariño… esperar.
Tal vez fuera porque últimamente me sentía más sola o quizás por esa brisa con olor a pasado que me sacudió el pelo… realmente no sé qué me hizo volver a ti, a tu sonrisa, a tus tonterías, a tus miradas sólo mías… a todo lo bueno, pero el caso es que volví. Allí estaba yo, de pie a 3 metros de ti y tú no podías verme, como en “un cuento de navidad” en que el fantasma del pasado me llevaba a visitarte para hacerme ver lo que entonces no había sido capaz. Sin embargo, había una diferencia, no estaba contemplando un solo momento sino que los vivía todos simultáneamente, lo mejor de cada uno. Y tras noches y noches de “regreso”, te eché de menos. No me malinterpretes, no añoraba tus besos, ni tus encuentros furtivos, ni tampoco tu amor… lo que añoraba era simplemente a ti, a tu compañía, a nuestra confianza, a tu “estar”. Al fin y al cabo habías estado mucho tiempo, y aunque tu me odiabas y tu vida me había olvidado, la mía a ti no, y estaban pasando muchas cosas.